Naturaleza y características de las startups
¿Qué es una startup?
Una startup es una empresa de reciente creación, de menos de 5 años de antigüedad, que se caracteriza por un enfoque innovador, su capacidad para crecer rápidamente y su modelo de negocio escalable.
¿Dónde radica su principal ventaja competitiva?
Suelen operar principalmente en entornos digitales o tecnológicos, aprovechando las ventajas que ofrecen la innovación y la conectividad global.
¿Qué características hacen que este modelo de negocio sea tan eficiente?
Una de sus características más distintivas es su capacidad para escalar rápidamente sin que ello implique un incremento proporcional en el uso de recursos, lo que las convierte en modelos de negocio altamente eficientes y con gran potencial de crecimiento.
Estructura legal y proceso de constitución
¿Existe legislación específica para las startups?
Sí, la Ley de Startups (Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes) introduce ventajas fiscales significativas para emprendedores, inversores y empleados, con el objetivo de impulsar el ecosistema innovador en España.
¿Qué formas jurídicas son adecuadas para startups?
La forma jurídica más habitual en España para las startups es la Sociedad Limitada (SL/SLU) por su agilidad y responsabilidad limitada. Según la necesidad de inversión, participación del equipo o exigencias profesionales, también encajan la Sociedad Anónima (SA) o Sociedad Limitada Profesional (SLP).
¿Qué establece la Ley de Startups respecto a las empresas emergentes?
La Ley de Startups no introduce una nueva forma jurídica, sino que establece una serie de beneficios específicos para aquellas empresas que obtengan la certificación de empresa emergente. Para acceder a estas ventajas, es imprescindible ser reconocido como tales por ENISA.
¿Para ser reconocido por ENISA que requisitos se deben cumplir?
Se considera empresa emergente o startup toda persona jurídica que cumpla los siguientes requisitos:
- Debe ser una sociedad de reciente creación o, si ya está constituida, que no hayan transcurrido más de 5 años desde su inscripción (hasta 7 años cuando la actividad sea de biotecnología, energía, industrial, pertenezca a sectores estratégicos o incluya tecnología propia concebida íntegramente en España).
- No puede haber nacido de fusión, escisión, transformación, concentración o segregación, salvo que proceda de otra empresa ya considerada emergente.
- No debe haber realizado reparto de dividendos desde su constitución.
- No puede estar admitida a negociación en mercados regulados.
- Debe contar con sede, domicilio social o establecimiento permanente en territorio español.
- Al menos el 60 % de la plantilla ha de tener contrato laboral en España.
- Ha de desarrollar un proyecto de emprendimiento innovador con modelo escalable.
- Si forma parte de un grupo (según art. 42 del Código de Comercio), el grupo o cada sociedad debe cumplir simultáneamente los puntos 1 a 7.
- El volumen de negocio anual no puede superar 10 millones de euros.
- No puede estar fundada o dirigida, directamente o por persona interpuesta, por quien no esté al corriente de sus obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social.
- No puede estar fundada o dirigida por personas condenadas con sentencia firme por administración desleal, insolvencia punible, delitos societarios, blanqueo, financiación del terrorismo, contra la Hacienda Pública o la Seguridad Social, prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, malversación, fraude, exacciones ilegales o delitos urbanísticos, ni por quienes tengan pérdida del derecho a subvenciones o de contratar con la administración pública.
- No puede desarrollar actividades que ocasionen daño significativo al medioambiente.
- No puede tener socios titulares que ostenten (directa o indirectamente) ≥ 5 % del capital social ni administradores que estén condenados por los delitos indicados en el punto 11.
¿Hay que estar reconocido por ENISA antes de constituir la startup?
No hay que estar reconocido por ENISA antes de constituir una startup. La certificación de “empresa emergente” se solicita y concede a empresas ya constituidas e inscritas.
¿Cuáles son los pasos a seguir para la constitución de una startup?
La constitución de una startup no difiere de la constitución habitual de una sociedad.
- Elección de la forma jurídica.
- Reserva de la denominación social en el Registro Mercantil.
- Elaboración de los estatutos y el pacto de socios.
- Apertura de una cuenta bancaria y depósito del capital social.
- Otorgamiento de la escritura de constitución ante notario.
- Obtención del NIF provisional y posterior inscripción en el Registro Mercantil.
- Obtención del NIF definitivo y alta censal en la AEAT.
Fuentes de financiación
¿Qué fuentes de financiación son habituales?
- Familiares/amigos: aportaciones iniciales que suelen provenir del propio emprendedor (capital social) o del círculo cercano (familiares y amigos), que ayudan a cubrir las primeras fases de desarrollo.
- Subvenciones públicas:
- ENISA: préstamos participativos sin garantías, con intereses variables ligados a beneficios.
- Programas autonómicos: varían por comunidad autónoma, y pueden incluir subvenciones y bonificaciones.
- Business Angels: inversores privados o fondos que invierten su dinero, y a cambio, se quedan con un porcentaje de la empresa habitualmente captados en rondas de inversión.
- Crowdfunding: financiación colectiva a través de plataformas.
- Incubadoras: programas intensivos que combinan inversión, formación, mentorías y visibilidad a cambio de una participación minoritaria en la empresa.
Gestión operativa y errores comunes en la creación y desarrollo de una startup
¿Cómo se valida una idea de negocio?
La validación es una etapa clave para determinar si la solución propuesta tiene sentido en el mercado. Requiere, identificar claramente el problema que se pretende resolver, definir un perfil de cliente objetivo y lanzar un Producto Mínimo Viable (MVP), que permita recopilar datos reales sobre el comportamiento y preferencias de los usuarios.
¿Qué debe tener un equipo fundador?
El equipo es uno de los factores determinantes en el éxito de una startup. Más allá de la capacidad técnica, los fundadores deben compartir una visión clara y complementarse en habilidades. Es recomendable apostar por perfiles polivalentes, con capacidad de adaptación y un alto nivel de compromiso, especialmente en las fases iniciales.
¿Cuáles son los errores más frecuentes?
Muchos proyectos fracasan no por falta de ideas, sino por errores estratégicos evitables. Entre los más frecuentes destacan:
- No realizar una investigación de mercado adecuada.
- Desarrollar productos con demasiadas funcionalidades innecesarias desde el inicio.
- Contratar personal sin una planificación financiera clara.
- Carecer de una estrategia de marketing coherente.
- Descuidar el flujo de caja.
- Ignorar el feedback de los primeros usuarios.
- Querer abarcar demasiado terreno demasiado pronto.
Graduada en ADE
Máster en Tributación
Máster Asesor Fiscal, Laboral y Contable